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Cómo cuidar el sofá

¿Sabes cómo cuidar el sofá? Desde nuestra tienda de sofás en Valladolid te daremos los mejores trucos para que puedas disfrutarlo en perfecto estado durante mucho más tiempo.

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Y es que, como cualquier otro mueble del hogar, si lo mantenemos debidamente cuidado podremos alargar su vida útil. Y más cuando hablamos de sofás de calidad.

Actitudes cuidadosas

Cuando queremos que algo perdure en el tiempo, debemos cuidarlo, independientemente de saber cómo elegir el mejor sofá. En este caso, para que luzca muy bien durante mucho tiempo, se deben tener actitudes que fomenten mantenerlo en buen estado.

Evitar golpes, objetos punzantes y excesivo calor

Es algo evidente, pero no por ello menos reseñable, ya que un sofá chaise longue cómodo invita a hacer varias tareas sentado sobre él. Hay que mantener alejado del sofá todo tipo de objetos punzantes como tijeras, cubertería, lápices o rotuladores, al querer escribir en un folio sobre el sofá, por ejemplo. Además, se debe procurar evitar los golpes con objetos pesados o dejar apoyado sobre ello elementos de mucho peso o mucho calor que lo lleguen incluso a deformar. Incluso los rayos solares no ayudan a que el tejido mantenga su color natural.

Quitarse elementos que transmiten mal olor

En la medida de lo posible, se debe procurar descansar sobre el sofá sin zapatos e incluso sin calcetines sucios. Es decir, evitar todo tipo de elementos que provienen de la calle y que no solamente transmiten suciedad, sino que son un nido de bacterias y olor poco agradable.

Sentarse con ropa limpia

Prácticamente por el mismo motivo que el anterior, conviene quitarse toda la ropa que se ha llevado a la calle y ponerse cómodo. No solamente por el hecho de los microbios, sino porque no queremos manchar de barro, agua, etc todo el sofá. Además, que es mucho más cómodo ponerse ropa limpia cuando se llega a casa.

No saltar sobre ello

Esto especialmente importante en el caso de tener hijos y de los sofás relax eléctricos. Muchas veces, al jugar en casa, pueden querer saltar sobre el sofá de forma recurrente para divertirse. No es recomendable, con independencia de la calidad del sofá, ya que eso lo único a lo que puede contribuir es a reducir su vida útil y a empeorar su estado. Hay que evitar especialmente sentarse sobre los reposabrazos, ya que muchas veces se rompen las cremalleras que llevan por someterlos a mucha presión al sentarse sobre ellos.

De igual forma sucede con los respaldos. Si los niños se suben sobre ellos se deformarán fácilmente, porque solamente están preparados para soportar el apoyo de la espalda y que sea envolvente.

Limpieza y cuidados del sofá de forma periódica

Además de todo lo mencionado, es importante que mantengamos cierta limpieza periódica en nuestro sofá. Dependiendo de los tipos de tejidos, será más conveniente una forma u otra de quitar el polvo y la suciedad. Es importante en este sentido la rapidez: si cae una mancha en el sofá conviene limpiarlo inmediatamente. De lo contrario, si se deja durante días, penetrará en el tejido y las fibras y ya será muy complicado quitarlo, por muy buena que sea la tela.

También es adecuado, cada cierto tiempo, quitar el relleno de los respaldos y volver a colocarlos para que no cojan vicios. Incluso rellenarlos si es necesario cuando la fibra se haya deformado por el uso. Igual que cambiar las espumas de los asientos para volver a disfrutar de su firmeza para alargar su vida útil.

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Mantenimiento de los tejidos

De estas actitudes que fomentan el cuidado del sofá, es fundamental la de mantenerlo lo más alejado posible de la radiación solar en el cuidado del tapizado. Ya hablamos algo sobre ello en cuanto a la mejor tela para un sofá. No obstante, dependiendo de una clase o de otra, el mantenimiento puede ser diferente.

En cualquier caso, es conveniente recordar que cuando se hace limpieza en casa y se va a mover el sofá, hay que hacerlo empujando del armazón. Si se tira de las fundas de los brazos las cremalleras se rompen, y tampoco estaremos contribuyendo a mejorar su vida útil.

Dicho esto, vamos a explicar brevemente el mantenimiento de los tejidos en el sofá.

Para un sofá de piel

Se debe evitar cualquier fuente de calor cercana al sofá: desde la calefacción al impacto directo de los rayos del sol. De esa forma el color natural de la piel podrá perdurar más a lo largo del tiempo. En cuanto a la suciedad, con un trapo seco es suficiente para quitar el polvo superficial que se forme, aproximadamente cada 2 semanas. Ten en cuenta que, al ser un mueble del que se hace mucho uso, solamente cogerá suciedad en aquellas zonas a las que no se suele acceder como la parte de atrás y la cercana al suelo. Y para aquel que se forme entre los cojines, es suficiente con pasar un aspirador. Si a mayores quieres hidratarlo, siempre será bienvenido cremas especiales para mantener su aspecto inicial.

Para un sofá de tela

Lo primero que se debe conocer es el tipo que sofá que se tiene. Existen, por ejemplo, telas antimanchas u otro tipo de telas distintas que absorben de forma rápida cualquier líquido que se derrame sobre ellas, o fundas especiales. También si este tipo de tejido permite lavado a máquina o si, dado el caso de algún otro tejido peculiar, se puede aplicar sobre ello determinados productos de limpieza. Es más, para las microfibras incluso no es necesario el planchado. No obstante, como ya hemos mencionado, en caso de una mancha lo mejor es actuar rápido y quitarla.

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